Antiguo alumno del Lycée français Molière
- Os invitamos a conocer a Jacobo Ayensa, antiguo alumno del Lycée français Molière. Terminó sus estudios en el Molière en 2006. Hoy, trabaja en la Universidad de Zaragoza, mientras cursa su doctorado. Nos ha contado los recuerdos que tiene de su etapa en el colegio y lo que le aportó a nivel personal y profesional.
- ¿Cuál ha sido tu trayectoria posterior al Molière?
- Terminé en 2006 en el Molière. Luego, estudié en Barcelona una doble titulación de ingeniería de caminos y matemáticas, y luego trabajé en Sevilla en una empresa privada. Cursé un master y ahora en Zaragoza estoy haciendo el doctorado en ingeniería biomédica.
- ¿Qué destacarías del método de enseñanza del sistema francés?
- Me llamó la atención al empezar la carrera en el sistema español la diferencia con el resto de compañeros por mi facilidad para afrontar las disciplinas científicas. No sólo era por mi gusto por las mátemáticas, que siempre me gustaron, sino por el método que yo había aprendido. Aquí se trabaja mucho el reflexionar y ser creativo. Intentar que el alumno tenga iniciativa para solucionar los problemas. Esto se nota en lo académico y más todavía en lo profesional, donde necesitas ser creativo, buscar soluciones, extrapolar conocimientos. También me enseñaron a intentar descubrir por uno mismo lo que vas aprendiendo. Hay un acercamiento experimental. Y en las materias que no son científicas, se hace un aprendizaje comparado, se desarrolla un espíritu crítico. Y eso en el Molière se trabaja desde el principio.
- ¿Cómo te formó como persona tu paso por el Molière?
- A nivel personal, el Molière me transmitió valores de respeto, tolerancia hacia las diferentes culturas, países. Tenemos contacto con alumnos que vienen de fuera, que se mueven… Estás acostumbrado a la diversidad. Hay otras cosas que te transmite, como el trabajo en equipo, despertar el interés por las cosas.
- ¿Te alegras hoy día de haber estudiado en el Molière?
- Me alegro mucho de que mis padres eligieran este colegio y yo lo haré para mis hijos.
- ¿Recuerdas algo con especial cariño de tus años en el Molière?
- Recuerdo a todos mis profesores de matemáticas porque fueron los que me inculcaron el gusto por las matemáticas.