Entrevista sobre la Semana de juegos tradicionales del Molière
- Todas las fichas del tablero se han puesto en pie esta Semana de juegos tradicionales en el Lycée français Molière: alumnos, abuelos y profesores. Estos últimos han sido los mentores del gran proyecto con un objetivo principal: abrir los ojos a los niños y niñas a un mundo de juegos que les servirán para aprender, crear, crecer, compartir y respetar. Ana Bernal, profesora de español en Primaria, lo explica en esta entrevista.
- ¿Juegos tradicionales versus videojuegos?
- Es cierto que hoy en día todo nuestro entorno gira alrededor de las tecnologías, y ellos más que nadie nacen prácticamente siendo expertos por el enorme contacto que tienen con ellas. Es por ello que queremos darles la oportunidad de que conozcan los juegos tradicionales con los que nosotros hemos crecido. Darles la oportunidad de conocerlos, de vivirlos y jugar con ellos. Al fin y al cabo el juego forma parte de su día a día, y así estamos ampliando su abanico de posibilidades.
- ¿Qué aporta un juego tradicional que no preste un videojuego?
- Indudablemente no se pueden comparar. Ambos les divierten. Los videojuegos son muy llamativos para ellos, son visuales y les permite jugar de manera individual sin necesidad de nadie más. En cambio los juegos tradicionales además de transmitirles unos valores culturales, fomenta la socialización con los demás.
- ¿Se aprende jugando?
- Por supuesto, aprender no es un juego, pero se aprende jugando.
Todos sus aprendizajes pasan previamente por el juego. A través de él, los niños buscan, exploran, prueban y descubren el mundo por sí mismos, siendo un instrumento fundamental para sus aprendizajes.
Al fin y al cabo se trata de poner en práctica la gamificación, para lo que intentamos potenciar al máximo las habilidades de los niños a través de la experimentación y el juego, puesto que mediante la experiencia y la diversión es más fácil alcanzar los aprendizajes significativos y funcionales.
- ¿Qué capacidades desarrollan los niños jugando?
- Mejor decimos qué cosas no desarrollan jugando. Yo diría que jugando desarrollan todas sus habilidades y competencias. Desarrollan habilidades comunicativas y del lenguaje, expresan sus emociones y sentimientos y a su vez aprender a controlarlas. Desarrollan la motricidad fina y gruesa fomentando así todas sus habilidades motoras. Les permite descubrir, explorar y manipular diferentes materiales y sus propiedades. Usan sus conocimientos sobre los materiales para jugar creativamente. Mejoran su equilibrio emocional y su bienestar. Desarrollan su sentimiento de identidad y aprenden a valorar el de los demás. Adquieren habilidades sociales como compartir, respetar los turnos y llegar a acuerdos con los demás. Aprenden a resolver problemas de forma cada es más autónoma…
- El encuentro con sus abuelos, ¿qué valor añade al proyecto?
- Desde el primer momento hemos querido hacerles partícipes y darles la oportunidad de participar y ayudarnos a llevar a cabo este proyecto. Nadie mejor que ellos para transmitirles desde su propia experiencia sus vivencias jugando con los juegos tradicionales.
- En mi opinión es muy enriquecedor poder reunir en un mismo espacio a abuelos y nietos compartiendo momentos, en este caso jugando.