Antiguos alumnos del Molière
- Lucía y Guillermo estudiaron en el Lycée français Molière. La vida les volvió a encontrar años después de terminar y ahora son pareja y viven en la Guayana francesa. En sus vidas profesionales han visto que su paso por el Molière les ha aportado muchas ventajas: el francés, la apertura de mente, el respeto y la visión internacional. Nos lo cuentan en esta entrevista.
- Guillermo Monreal Elorza: terminó el Molière en 2006. Estudió Ingeniería industrial en Zaragoza y comenzó a trabajar en una empresa francesa afincada en la capital maña poco antes de terminar la carrera. Hace dos años que se trasladó a la Guayana francesa para trabajar en la Agencia espacial europea.
- Lucía Altabas Artigas terminó en el Molière en 2007. Estudió Ingeniería Química e hizo la especialidad en medio ambiente. Comenzó a trabajar en empresas dedicadas a depuración de aguas y ahora ocupa un puesto de supervisora de seguridad en el CNES (AGENCIA ESPACIAL FRANCESA), que depende de la Agencia espacial europea, también en la Guayana francesa.
¿Qué hacen dos maños en el otro lado del mundo?
Guillermo: Siempre había soñado con trabajar lanzando cohetes. Cuando estaba ya contratado en Zaragoza, a través de las redes sociales me contactaron porque buscaban un ingeniero bilingüe francés para trabajar en la Guayana francesa, en la agencia espacial europea. Aquello suponía cumplir un sueño. Nos apeteció el cambio de aires. Ahora mismo trabajo tocando el cohete en sí mismo.
Entonces, ¿saber hablar francés fue determinante?
Guillermo: Totalmente. Visto el nivel que tenía, la parte de la entrevista en francés no duró ni 30 segundos, a partir de ahí ya fue todo muy fácil. En las empresas no todo el mundo maneja esta lengua tan bien.
Lucía: Para nosotros ha sido muy fácil elegir lo que hemos querido, no hemos tenido ninguna barrera lingüística para movernos e iniciar la vida en otro país.
¿Qué otra ventaja os ha aportado el Molière?
Lucía: La formación científica en el Molière es mucho más rica. Cuando llegué a la universidad me encontré con compañeros que nunca habían manejado material de laboratorio, cuando aquí entramos en los laboratorios desde 6º de Primaria.
Guillermo: Cambia también la formación en filosofía. Se desarrolla mucho la argumentación, el razonamiento, tener tus propias ideas y saber expresarlas. No trabajamos sobre la memoria, sino sobre nuestro propio razonamiento.
¿Recibisteis una formación humana importante en el Molière?
Lucía: Nos transmitieron valores como la tolerancia sobre otras culturas o formas de pensar. El respeto, la puntualidad, la disciplina. Todo esto te ayuda a madurar y hacerte responsable.
¿Estáis agradecidos a vuestros padres por haber elegido este colegio?
Agradecemos mucho que nuestros padres eligieran el Molière. Nos sentíamos diferentes a los estudiantes de otros colegios. El hablar francés distingue y eso nos gusta.